El plomo es uno de los elementos químicos metálicos (Pb) más pesados de la tierra. Tiene una densidad de 11.3 g/cm3, o lo que, es decir, su masa es de 11.3 kilogramos por litro, con una masa atómica de 82 electrones. Es inelástico, dúctil y maleable, de color gris plateado, estable pero anfótero, y es capaz de formar numerosos tipos de sales y óxidos, así como de crear aleaciones con otros metales de una forma sencilla.
Rara vez, en la corteza terrestre, se puede encontrar en su estado elemental puro. Tiene una concentración de 1.6 gramos por cada 100 kilos de tierra. Normalmente se encuentra en compuestos minerales como galena, cerusita, anglesita o piromorfita. Después de tener que extraerse en grandes cantidades, estos minerales se trituran, se procesan, se tuestan, se oxidan, se sulfatan, se destilan, se reducen, hasta formar las amalgamas con alta concentración del preciado metal.
En este costoso proceso que no ha acabado aún, le queda por separarse de silicatos, sulfuros y arseniuros, que contienen importantes concentraciones de cobre, oro, plata, zinc o cadmio. Vuelve a los altos hornos de calcinación donde emanan gran cantidad de vapores y escorias contaminantes con arsenio, antimonio, azufre o bismuto. En definitiva, el plomo es un buen metal, pero extraerlo, resulta muy costoso. Se producen 43 millones de toneladas al año.
El uso de este metal es muy variable y necesario para la multitud de aplicaciones. Ya en la antigüedad de los romanos, debido a su bajo poder de fusión, se empleaba desde anclas para navíos, como en la fabricación de tuberías para el agua, orfebrería y bisutería o incluso para escribir y tallar como pergaminos.
En la Edad Media se fabricaron infinidad de utensilios para orfebrería, cubertería, vajilla de uso diario, hasta aun hoy en día se emplean aleaciones con alto índice de este metal, como el Peltre, que es fácil de tallar y de elaborar piezas, es vistoso y elegante, muy parecido a la plata.
Los grandes pintores lo usaron en la base de sus pinturas, por tener su óxido un blanco inigualable, insuperable, inmaculado, duradero y fácil de obtener. También lo usaban para hacer con otros pigmentos los demás colores.
Industrialmente, funcionó como elemento para reducir el octanaje de la gasolina de los motores de combustión por muchos años, hasta que fue reemplazado en los años 80 por mezclas de alcoholes.
En otros sectores, hoy en día es funcional en fabricación de baterías, cableados, pigmentación para pinturas, soldadura blanda para electrónica e informática, munición y postas de caza, plomadas de pesca, catalizadores, espumas de poliuretano, pinturas antifouling para embarcaciones, antihongos y fungicidas, fabricación de cerámicas y vidrios, estabilizador para fabricación de pvc, incluso es el mejor protector ante los rayos X que se usan en las radiografías médicas.